Whiplash | Del Daily Bugle a los premios Óscar (Reseña)

 

"¡Señorita Brant, tráigame un violín!"...

Este es el inesperado diálogo que termina por conectar el mini-universo de Whiplash con Spiderman de Sam Raimi... en mi imaginación.

Me gusta pensar que, luego de maltratar a los infortunados fotógrafos del Daily Bugle como Peter Parker y Eddie Brock, J. Jonah Jameson descubrió su pasión por la música y canalizó toda su energía y obsesión a los alumnos del Conservatorio Shaffer; sin abandonar Nueva York, naturalmente.

¿Un preludio innecesario? ¿No tiene nada que ver? Estoy de acuerdo, solo se los quería platicar.

Pero si acaso no bastaba esta ficción, cinco nominaciones en los premios Óscar y tres estatuillas ganadas me pedían a gritos ver esta película. Además, mi círculo social fue uno de esos que romantizó e idealizó al tiránico director que interpreta J.K. Simmons. Y por supuesto que no fue una ocasión aislada.

Por parte de mis "conocencias", la idolatría hacia este personaje se originó en la misma disciplina que emula, pero lo he visto suceder con todo tipo de profesores y hasta entrenadores físicos que se puedan imaginar. No podría considerarlo más inapropiado.

Whiplash cuenta la historia de un baterista de conservatorio que tiene a bien unirse (o dejarse unir) a la banda del director más cínico y desvergonzado de la historia. Un tipo detestable que insulta y abusa emocionalmente de cualquiera que se le cruza, pero con un buen corazón (supongo).
Esta es la premisa principal que todos ya conocíamos, el resto puede considerarse un spoiler.

Pero tampoco pasa mucho más, eh. Siendo sincero, dado el alboroto que propició en los premios Óscar y el legado que dejó, pensé que la historia se desarrollaría de una manera espectacular, o vaya, que al menos habría tal.

No menosprecio la película, en absoluto. Es una obra maestra casi por donde la veas. Cada detalle relativo a la música fue cuidado como lo más precioso, e incluso introducen situaciones clave que fácilmente puede entender cualquiera prestando un poco de atención.

"¡No es mi tempo!" Y...

"¿Te estabas atrasando o adelantando?".

Son dos de las disyuntivas principales en lo que a música respecta, y creo que ayudan a apreciar la situación mucho más de lo que haría el ahondar en mayores detalles o introducir tecnicismos innecesarios.

Las actuaciones son simplemente magníficas.
J.K. Simmons fue muy elogiado por su papel y con razón (hasta un Óscar se llevó), pero Miles Teller a pesar de ser un chico de cara olvidable, se destaca como el medio de empatía y conmiseración principal, aún sin tener un personaje tan intenso como su contraparte.

Una fotografía digna de r/AccidentalRenaissance (Accidentalmente Renacentista), música excelente, edición imperceptible (lo que considero positivo siempre), y por lo general una narrativa interesante y completa, todo esto destaca a Whiplash como una de las mejores películas de todos los tiempos.

Pero...

El argumento es bastante simple.
No es que no haya conectado con los protagonistas o no quisiera saber qué pasaría después, pero la trama por sí misma tampoco me tenía al filo del asiento.

El atisbo de desarrollo de personajes se tiene cuando (Spoiler alert) la Superchica y Miles tienen una conversación en la que resumen todo lo que ya sabíamos que iba a pasarles, pero sin mostrárnoslo.
El clásico arco en el que el protagonista descuida sus relaciones personales por alguna obsesión ya lo hemos visto, sí, pero tampoco hace falta que te lo ahorres y le dediques solo una escena. Al fin y al cabo te podrías haber extendido media hora y nadie se habría molestado. (Fin del spoiler).

Para colocar esta película con aquellas que considero las "mejores" del cine (después de mis favoritas que comen aparte) tendría que haberse desarrollado un argumento mucho más duro. 
Mientras "El paciente inglés" cuenta historias simultáneas con drama y suspenso, "Fight Club" tiene un crecimiento de personajes digno de un videojuego de rol de 200 horas y plot-twists de primer nivel, y "Seven" te cuenta lo que ya sabes de una manera tan legendaria que aquí seguimos hablando de ello treinta años después, "Whiplash" se percibe casi igual antes y después de verla: como "Una película excelente sobre un profesor tirano". Y no mucho más.

Veo muy fácil clasificarla como "la mejor del año" (eligiendo bien aquel en el que competiría), pero el olvido la está esperando al doblar la esquina. De hecho, las tres personas a las que les dije que la iba a ver (luego de tanta espera) ni siquiera supieron de qué les hablaba. 

Entonces ¿La "herencia" perdurará?

Esta película fue todo un éxito, pero fugaz.

Calificación: 8.4


Whiplash | Del Daily Bugle a los premios Óscar (Reseña)

Osman AT.


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