127 Horas | Entre dos tierras estás y no dejas aire que respirar (Reseña)

¿No se suponía que este blog era sobre películas nuevas?
Pues sí, nuevas para mí.

De manera fortuita, como casi siempre, una película de 2010 acabó captando mi atención hace relativamente poco, y aunque conocía parcialmente el desenlace (dado que es una historia real), no podía dejar pasar la oportunidad de ver una de esas historias de supervivencia que pasan a la posteridad.

"127 Horas" nos cuenta la experiencia de Aaron Ralston (James Franco) narrada en su libro "Entre la espada y la pared", donde, durante una excursión en alguno de los tantos cañones desérticos de Utah, Estados Unidos, este quedó atrapado -literalmente- entre dos formaciones rocosas.

La primera impresión al escuchar esta premisa es "¿Y cómo van a llenar una película con solo eso?". Bueno, de una manera maravillosa. Son 94 minutos en los que se nos muestran todas las etapas por las que atraviesa una persona en tan terrible condición, con algunos flash-backs que van desde pocas horas antes del suceso hasta momentos de su infancia.

Era una película difícil. Prácticamente no tiene ningún personaje de apoyo, el argumento no va hacia ningún lado, y encima podría llegar a tornarse aburrida en lugar de angustiante, tras una exposición prolongada del mismo plano con el mismo conflicto. 
Es mi manera de decir que, de principio a fin, Aaron estará atascado; sí, se muestra un poco antes y un poco después, pero, por mucho, la historia se centra como ya sugiere el título, en esas 127 horas específicas.

Pero el trabajo de James Franco hace de esta una muy grata experiencia. El personaje pasa por una montaña rusa de emociones, en la que algunas veces perderá voluntad y en otras lo dará todo para salir con vida.

Cada idea que cruce por la mente del espectador será puesta a prueba por el protagonista, y esto se traduce en un filme muy dinámico y realista. 
No hay nada peor que ver claramente una manera de resolver las cosas en pantalla y que la trama simplemente se olvide de ello, a veces por descuido cuando se trata de historias ficticias, o porque acabaron por poner de relleno algún objeto que no debería estar presente en caso de una historia real. 
Esto no sucede aquí. Todo lo que vemos en pantalla tiene un por qué, y todo será considerado por Aaron, quien aportó una cantidad inconcebible de detalles, para fortuna de todos (menos de él).
Es una película muy realista y puede causar alguna que otra impresión, así que "aguas".

En definitiva se trata de una película de género propio; y es una propuesta que puede gustarle a cualquiera si está en el estado de ánimo correcto.
No es para verla con amigos antes del Superbowl, por supuesto, sino para un contexto de total calma y ojo analítico.

Calificación: 8.0


127 Horas | Entre dos tierras estás y no dejas aire que respirar (Reseña)

Osman AT.

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